Encontrando tu valor.
Actualizado: 28 dic 2020
Cuando hablamos de valor dentro de la Iglesia es importante hablar también de amor propio. La razón fundamental es que como mujeres hemos escuchado muchas veces que somos hermosas para Dios, amadas por el Padre, escogidas... pero eso que tanto repetimos no siempre es una verdad en nuestra mente, corazón y cuerpo.
Quiero invitarte a reflexionar sobre la importancia del amor propio revisando juntas los versículos donde Jesús resume la ley:
36 —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante en la ley de Moisés?
37 Jesús contestó:
—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". 38 Este es el primer mandamiento y el más importante. 39 Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. 40 Toda la ley y las exigencias de los profetas se basan en estos dos mandamientos.
Algunas personas dicen que este es un mandamiento dividido en dos partes; pero quiero que lo revisemos como si fueran 3 grandes verdades. El primer mandamiento es amar a Dios, el segundo es amarte a ti, y solo así el tercero de amar al prójimo es posible de realizar.
Si luego Pablo dedica un capítulo de la carta a los Corintios para explicar que de nada sirve tener dones si no hay amor, podemos concluir que es infructífera la obra si no has logrado amarte a ti misma.
Si llevas tiempo siendo cristiana y has asistido a algún retiro o encuentro de mujeres, sabras cuáles son los típicos versículos con los que somos motivadas, y no es que estas porciones de la biblia no tengan gran valor, pero conocer el amor que Dios te tiene o que eres en esencia la niña de sus ojos no significa que tú te veas con los mejores ojos.
Otro ejemplo son esas listas de versículos que titulamos "Promesas de Dios para Las Mujeres", ¿te sabes algunos de esos versículos de memoria? Debo reconocer que me los sé y que han sido de gran utilidad para muchas cartas de cumpleaños o posteos a amigas en tiempo de dificultad, pero ¡wait!, ¿por qué paso por momentos de tanta frustración conmigo si conozco esos pasajes?
La respuesta es que debo creer y vivir ese valor en un terreno personal.
Por eso decidí trabajar mi autoestima, creer y vivir cada una de las cosas que Dios dice de mi aplicándome gracia y callando voces en mi cabeza que me llevaban a una constante lamentación por no ser eso que quería ser.
Cuando adoro a Dios con mis brazos levantados por alguna de sus obras, ¿puedo incluirme en ellas? ¿Hay en mi corazón gratitud por ser la mujer que soy?
A veces sí, otras veces no.
Por eso esta es una invitación para que si te sabes los versículos los vuelvas realidad y logres transformar tus creencias más enraizadas y ¡comiences a creerte el cuento (o en su defecto, los versículos)!.
¿Qué es la autoestima? Una evaluación personal del valor propio.
Por eso en este momento (aunque nunca podemos dejar afuera a Dios) necesitamos enfocarnos en nuestra impresión de nosotras mismas. En lo que tú piensas, crees y observas cuando te ves.
El autoestima se trabaja en varias esferas y engloba el reconocimiento de tus capacidades, es decir la autoconfianza para realizar tareas, lograr metas y resolver situaciones. La autoimagen, ¿qué es lo que veo cuando me veo? y el autoconocimiento; qué siento, qué pienso, qué me gusta, quién soy (dejando fuera todo tipo de caretas)
He dividido esto en 5 días con diferentes lecturas y preguntas que si tienes un cuaderno valdrá la pena que anotes. Un blog no podrá llegar tan profundo como tú en lo secreto, meditando verdades y haciéndote preguntas relevantes.
Aquí te comparto 5 días para que hagas tu devocional y mi oración es que sea un gran paso en tu sanidad interior.
DÍA 1: Lectura Salmo 139:13-16
PREGUNTA: ¿Puedes reconocer que eres una creación maravillosa?
TAREA: Haz una lista de las cosas creadas en ti (por Dios) que te hacen una persona llena de valor.
DÍA 2: Lectura Gálatas 5:22-23
PREGUNTA: ¿Aplicas los frutos del Espíritu contigo?
TAREA: Escribe los frutos del espíritu y anota cuáles son esos que te son difíciles de practicar contigo misma; ej: PACIENCIA. Se consciente de esto y enfócate en mostrarte ese fruto.
DÍA 3: Lectura 1 Pedro 2:9
PREGUNTA: ¿Qué eres para Dios?
TAREA: Haz una lista de los comportamientos que debes tener como parte de la Realeza; si en el escalafón social fueras Reina, ¿Qué actitud tendrías frente a una situación difícil? ¿Qué creencias te tienen lejos de vivir una vida Real?
DÍA 4: Lectura Filipenses 4:8
PREGUNTA: ¿Piensas cosas buenas, verdaderas y llenas de virtud cuando piensas en ti misma?
TAREA: Haz una lista de las cosas increíbles que tienes, cosas agradables de ti misma, aspectos que son dignos de reconocimiento en tu vida, y piensa en ellos. Si te ayuda anótalos en un lugar visible o en tu celular para leerlos a lo largo del día y llenar tu mente de estas cosas que son verdad.
DÍA 5: Lectura Gálatas 1:10
PREGUNTA: ¿Te has puesto a pensar que nuestras mayores heridas de autoestima tienen relación con no haber sido del "agrado" de otras personas? ¿Puedes identificar en tu baja autoestima la participación de la opinión de los demás, la falta de aprobación de tus cercanos o el rechazo experimentado por personas de carne y hueso?
TAREA: Hoy quiero que encuentres un tiempo para orar y poder liberarte de esa carga que llevas sobre los hombros, la idea de que debes ser del gusto de otrxs. Esto no es verdad. Te dará mucha paz saber que a quien debes agradar es a un Dios lleno de gracia y misericordia y no a personas. Si el Espíritu Santo trae a tu corazón personas que debas perdonar, hazlo. Será muy sanador terminar esta semana diciendo "no quiero agradar a los hombres y encontrar en su reconocimiento mi valor, prefiero que tú y yo Padre podamos trabajar mi autoestima sin meter a externos en la ecuación"
Espero que estas lecturas te inspiren a buscar más sobre cómo trabajar tu autoestima y que al cabo de un tiempo te sientas completamente segura de la mujer que Dios ha hecho en ti, poderosa y cautivante.
Dios te bendiga.
